¿Es correcta una reparación, hecha a la intemperie, sin temperatura y humedad controlada?
NO. Absolutamente no. Por varios motivos:
1º) LAS RESINAS necesitan como toda química una temperatura de aplicación. Para que «curen» correctamente.
¿Como se puede controlar la temperatura al aire libre, en invierno o en verano, por la mañana o por la tarde, con viento de mar o de la montaña? Con la mitad del casco al sol o a la sombra. Con el casco a la intemperie sin protección. ¿Cómo?
DE NINGUNA MANERA.
Téngase en cuenta que la temperatura ambiente, varia a lo largo de todo un día o noche.
Pero cuando vamos a trabajar con una masa crítica como un casco, tendrá vital importancia la temperatura de éste. ( Por ello se aconseja en el libro dos termómetros, uno para la temperatura ambiente y otro que nos mida la temperatura del casco, donde tendremos que trabajar. A éste, como cualquier masa importante, le costará más recuperar temperatura o perderla, que a la temperatura del aire.
Y ya no hablemos de la quilla. Cómo se explica en el libro, una quilla de varios miles de quilos, puede necesitar días para variar su temperatura. Para cualquier «enmasillada» de una quilla, se precisa aislar la masa crítica varios días antes, hasta que tenga la temperatura de trabajo adecuada,
2º) Por otra parte está el tema de la humedad, como nadie debería ignorar, la humedad inhibe o altera el curado de las resinas y epoxis. Pero digo más, si no se trabaja con humedad mínima, ésta se fijará ( al enfriarse) en las zonas en las que estemos trabajando. Pero peor aún, antes de iniciar una nueva «pintada» o tratamiento, deberíamos ser muy cuidadosos de eliminar toda posible humedad que tenga el casco.
EN REALIDAD, los procesos de implementación con resinas o epoxis, deberían hacerse siempre a cubierto (y con temperatura y humedad controlada) y ya que pocas veces se puede, como mínimo (la tienda del boy scout) con deshumificadores y control de temperatura, nos garantiza unas condiciones idóneas para las aplicaciones químicas.
NO HACE MUCHOS DIAS, REALIZANDO UNA INSPECCION EN UN VARADERO, CON UN DIA QUE LLOVIZNABA, PUDE COMPROBAR COMO HABÍA UNOS OPERARIOS AL LADO MIO PONIENDO EL EPOXI EN UN CASCO, CON TRAJE DE AGUA. ¡¡Viva Zapata!!