La canción del Hidrolítico
Un pequeño resumen lírico
( Con permiso de Espronceda )
Con cien ampollas por banda,
viento en popa, a toda vela.
No corta el mar, sino vuela,
mi velero chiquitín.
Dicen que enfermo se haya,
ósmosis unos la llaman,
viruela parece ser.
Confundido yo me hallo,
más hundirse no parece,
y agua no hay que achicar.
Pero preocupado me tiene,
mi barquito de la Mar.
Asustado yo pedí
a amigos y conocidos.
Veinte opiniones me dieron,
presupuestos me dejaron,
profesionales sin fin,
al borde del varadero.
¡ Qué va ser de mi barquito
Casi lo tengo pagado ¡
Unos me dicen que venda,
otros que me hunda con él,
y que despida al finado
con gran pompa y oropel.
Más la tormenta no afloja.
Temblando están los obenques,
y aullando los banqueros.
Rasgándose están las velas,
y murmuran los corderos.
Preparando las esquelas,
de mil singladuras y sueños.
Asustado yo me hallo.
Negra noche, negro miedo.
Sin estrellas que me guíen,
más solito que la luna,
al borde del desespero,
un grito lanzo a la mar.
Y la madre Mar,
como un eco, me devuelve,
la más hermosa canción.
abovedada en las nubes,
acunada por las olas,
que pirata enamorado,
rimara en el ancho mar.
» Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios, la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar «.
¡ Navega, velero mío,
sin zozobra y sin temor.
Que ni cáncer enemigo,
ni arrecife, ni taller,
ha de hacerme aborrecer,
éste, mi gran amor !
Hallándome ya resignado
a mi suerte y mi destino.
Al lado de mi navío,
de repente fue a varar,
botella con un mensaje,
de náufrago desconocido,
de allende lejano mar.
Más el mensaje me dice
y el viejo marino no engaña:
.
“ Que de cáncer no ha de encallar,
ni mi barco, ni ilusión,
que en la Ciencia y en la Razón,
respuestas he de encontrar «
Con nostalgia e ilusión,
una historia me contaba.
De química y gran amor,
de Hidrólisis me hablaba.
Mil historias me narraba,
consejos sin fin me traía
y cura me prometía.
El primero que me daba:
» Es que olvide de momento
rimas, redondeces y colores
y que abriendo mis sentidos
escuche el alma del material. «
Solo así, él me dirá,
que le enferma
y que le duele.
Quien por ignorancia hirió,
donde supura la herida,
como evitar la gangrena
y como superar la pena.
Yo, de entrada,
he de prometer:
A mi barco y mi tesoro.
Que ni piratas, ni charlatanes,
chapuceros o chalanes
han de ollar tu intimidad.
El mejor médico has de tener,
certero diagnóstico te mereces.
Químico me he de volver.
De blanco luciré
y aunque monje no merezca,
penitencia te prometo.
Lo segundo que advertía:
» Que el náutico, al ensoñar,
cuidado ha de mostrar,
con los sueños que embriagan.
Y que nunca debe olvidar,
que los barcos y la mar
no son sabidurías profanas.
Si no quiere resacar,
amargamente en la playa »
Y aunque corazón me sobra,
y coraje se me supone,
cabeza he de poner,
si quiero comprender,
que en su gran complejidad,
está la esencia del material.
Desconocerlo es error,
que habremos de pagar,
en dinero e ilusión.
El compuesto es complejo,
como cualquier matrimonio.
Poliéster se llama él
y ella Fibra de vidrio.
La unión se llama Refuerzo,
factor humano los casa.
Y el Gel-coat los protege,
del agua y del medio ambiente.
El tercero que propone:
» Para bien analizar,
las mil caras de este mal:
Que no me debo fiar,
de la primera encontrar.
Pues traidoras otras son,
y cual fantasmas del pasado,
se ocultan a la razón «
Con meticulosidad me narra,
como debo curar
y desinfectar la herida.
Para enjuagar las lágrimas,
que ahogan su alegría.
Con un correcto tapar
y un sabio no mojar.
Y si no quiero irritar,
a los dioses de la alquimia.
Y antes que profesional,
Preciso y humilde seré,
prácticas sin cuento haré,
sino quiero arruinar
dineros y material.
Más en esta travesía,
como buen marino,
bitácora he de anotar.
Milla a milla,
Noche y día.
Vientos y tempestades,
resinas y medicinas,
fiebres y humedades,
pulsaciones y razones,
que he de recordar un día.
Pues no deberíamos,
por último olvidar.
Que los barcos y la mar,
los sueños y la vida,
hemos de abandonar un día.
Y que alguien cogerá el testigo,
de esta hermosa profecía.
Que el hombre,
le hizo a la Mar:
“ Que por toda eternidad,
si tú te dejas amar,
yo de daré compañía “
Al son de la más hermosa canción,
que hizo navegante un día:
“ Es mi barco, mi morada,
es mi fe, la libertad,
mis leyes, las olas y el viento,
mi última patria, la Mar »
A. L.