Uno de los problemas que se encuentran a menudo en las embarcaciones,  son cubiertas  que crujen al pisarlas   y «pandean» ,  y  ello acostumbra a pasar en cubiertas de sandvwich,  mal diseñadas o mal construidas.

Veamos una foto:

Obsérvese una cubierta de un FIRST 42. Estamos viendo el techo del camarote de proa.  Y  claramente se puede apreciar como tuvimos que retirar, todo una zona del sandwich interno que estaba desmoldeado y  provocaba que la cubierta se hundiera y crujiera al pisar sobre ella.

Si  amplia la imagen podrá observar que en la zona que se ve la balsa, en el ángulo de babor a popa.  Se observa  el color de la balsa distinto y algo deteriorado.  Pués bien al sacar-cortar  las dos capas de mat, que tenia (solamente)  con un disco, apareció toda la zona de la balsa húmeda y especialmente  el ángulo del que hablo,  en el que se hundía un dedo con suma facilidad.

¿ Por qué ?     ….

La cubierta en cuestión,  adolece  de un mal diseño estructural.  Me  explico:

El  sistema de construcción de sandwich (bocadillo)  significa  dos laminados  de PRFV,  el  de cubierta y el interior, separados por un «alma»  de material ligero,  balsa, pvc, etc.   Con dos objetivos estructurales:

a)  Separar la pared exterior de la interior, dando  grueso(rigidez)  y  resistencia,  al  separar la pared de compresión de la de cizaya.

b)  Y  gracias a dicho sistema se consigue una gran resistencia  estructural, con un mínimo peso.

SI SE HACE BIEN.  Para ello el laminado exterior   e  interior  ha de ser  como mínimo igual,  pero nunca menos,  (las mismas capas y resistencia)   de  lo  contrario,   la  pared más fuerte,  trabaja contra la más débil.  Desmoldeando ésta.

Máxime si se tiene en cuenta,  que  en  el caso  en  cuestión y  al tener la cubierta  «bao»  todo el peso que se situe en la cubierta,  tiende a ser soportado en su mayor parte por la zona interna de laminado,  que es la que hace de bóveda interna,  y  que  por  cierto  (en  este  caso  concreto,  es  la  que  más  soporta).

Problema que se incrementará a corto plazo,  por  la  hidrolización de la madera de balsa.  Pués  una vez deslaminada,  la condensación interna hace que vaya pudriendose(hidrolizándose)  todo el laminado.    Por  ello  al  extraer  la  pieza de la primera foto,  toda ella  y la balsa estaba húmeda.

Ello obligo a  eliminar amplias zonas  del  laminado  interno que estaba desmoldeado.

El «problema»  tenía  una reparación dificil.  Pues  el mini-laminado interno hacía  imposible un «infiltrado»  para volver a  encolarlo  con la balsa.   No  quedaba más remedio  que eliminar la balsa (entre otras cuestiones porque  estaba hidrolizada (reblandecida-podrida).

No quedaba más remedio (para sustituir la balsa y el laminado interno)  y  para  restablecer una correcta  resistencia-rigidez de la cubierta,  que   buscar un sistema alternativo.

Se  aconsejó  eliminar la balsa  donde  hacía falta  y  encolar directamente el  laminado exterior ( con  cola de poliuretano)  y  sustituir la balsa  y  el  laminado interno por tablero marino.

Como se puede apreciar en la foto.

El  sistema es relativamente sencillo:

–  Se  elimina la zona de balsa defectuosa.

–  Se  recorta  un trozo de tablero  y  se humedece ligeramente por la parte superior ( la que luego irá en contacto  con el  laminado de fibra  y  sujetándolas  con puntales contra  el suelo se  encola contra la cubierta.

La cola de poliuretano ( que reacciona-seca  con la humedad ambiente)  tiene un secado-hinchado  perfecto,  que  provoca  que la cola se distribuya internamente  y  seque  muy bien con la humedad  del  tablero.   Constituyendo  una  «encolada»  perfecta.

¿ Si ?

El tablero marino,  tiene  unas  muy  buenas propiedades,  encola muy bien  con el  poliuretano y este   con la  fibra de vidrio,  solucionando la rigidez  y  resistencia  estructural  de  una cubierta.    Evitándonos la «imposible   laminada»   en  vertical  de  zonas de  fibra de  vidrio.