«Desde Suecia con afecto»
Estimado amigo Agustín.- Tuve la suerte de conocerte en el salón náutico y tuviste el detalle de regalarme tu libro. Fue el último fin de semana del salón náutico, y era un andaluz que estuvo un rato charlando contigo. Aprovechando estos días de vacaciones navideñas he tenido la posibilidad de terminar de leerme tu libro, y como me pediste que te diera mi opinión, te envío el presente correo para decirte que por fín me he enterado del verdadedro problema de la ósmosis y consecuente hidrólisis, no tenía ni pajoleta idea, y eso que llevo muchos años en esto de la náutica, pero como tu sabes es una afición, yo incluso llamaría segunda profesión, de la que siempre uno está aprendiendo cosas.
Te escribo estas líneas desde Suecia porque mi mujer es de aquí y he venido a pasar las navidades con su familia, y como no entiendo mucho el sueco me he terminado de empapar tu libro. Enhorabuena porque da gusto ver como eres un gran profesional y amante de tu profesión, de los que quedan muy pocos. Lo que mas me entristece al final de tu obra es el comentario que haces de tu final empresarial, y es que es lamentable que en nuestro país (o lo que queda de él) es imposible que un español pueda triunfar y crecer como en Suecia por ejemplo lo hizo la familia Rassy (si bien el hijo Magnuss Rassy no es lo que era el padre), y me refiero al barco que tengo que es un Hallberg Rassy, astillero que creció de la nada al igual que otras industrias de ese país, lo cual es factible porque la «burrocracia», corrupción, polítiqueo, etc… no corta la cabeza a aquel que tiene iniciativa, arriesga, crea empleo, en definitiva trabaja y crea riqueza, sino todo lo contrario, el estado sueco lo apoya y protege, por eso unos países están donde están y otros terminan como se merecen.
La definición que haces con orgullo profesional que te honra sobre el barco que hicístes en Pronautica, el Altamar 50´, me sorprendió porque define actualmente el concepto del astillero Hallberg Rassy, astillero que conozco porque fui a visitar antes de comprarnos el barco en el año 2005. Si España no fuera como es, estoy convencido que hubieras sido el Hallberg Rassy de nuestro país con la ventaja añadida del clima que gozamos. Pero no, en España no se puede funcionar, es imposible, por las razones apuntadas y por las «ganas» de trabajar que hay, vivimos en un país en donde el que trabaja y es serio hace el tonto, no hay mas que ver a los dirigentes políticos que nos rodean y a las administraciones locales, autonómicas, etc… Y sobre el «apoyo» que tiene el verdadero aficionado de la nautica de recreo sobra comentarios, me terminé inscribiendo en Anavre. La mentalidad en españa es la de siempre, el que tiene barco tiene dinero, y no aquel que entiende el mar como un modo de vida y hace un esfuerzo y tiene espíritu de sacrificio. Al final la náutica parece que tiene que quedar relegada para cuatro potentados con sus yates de lujo (la clase política y cuatro famosos o corruptos), y los extranjeros del resto de europa que tienen otra mentalidad completamente distinta a la de españa y son los que van a disfrutar de nuestras costas y nuestro clima, a los españoles les terminarán comiendo las moscas salvo los ya dichos. En definitiva, volver a felicitarte por tu obra, que se la recomendaré a colegas que conocí navegando por nuestras costas y algunos de ellos terminaron huyendo de nuestra «burrocracia» por el caribe, porque veían peligrar su afición (estadías, trabas burocráticas, etc…). Me pareció oirte que te estabas terminando de hacer un barco, así que cuando navegues por Andalucía, será un placer volver a verte. Yo soy de Jerez (Cádiz) y actualmente tengo el barco en B…………, para cuando quieras allí estamos.
Un abrazo,
José Miguel